Desde que inicio la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19), se estima que unos 400 millones de personas en todo el mundo han reportado síntomas de lo que se ha denominado “Covid-19 prolongado”. Algunos estudios han mostrado una asociación entre Covid-19 y problemas de memoria persistentes. Para investigar esta posible asociación, se utilizó un cuestionario validado sobre problemas de memoria reportados por los participantes, con evaluaciones antes y después de las pruebas para el virus SARS-CoV-2.
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Entre los 188,137 participantes en el Estudio de Cohorte Covid-19 de Noruega desde el 27 de marzo de 2020 hasta el 26 de abril de 2023, un total de 134,373 participantes (71%) completaron al menos un Cuestionario de Memoria Cotidiana (EMQ), y 111,992 (60%) tuvieron pruebas documentadas que mostraban resultados positivos o negativos para la infección por SARS-CoV-2.
Se observó que los participantes que dieron positivo para SARS-CoV-2 tenían puntajes del cuestionario de memoria más altos, indicando problemas de memoria peores, en comparación con aquellos que dieron negativo. Este hallazgo fue consistente en múltiples puntos temporales hasta 36 meses después de la prueba positiva para SARS-CoV-2. Además, se encontró una asociación inversa entre la edad del participante y los puntajes de memoria, mientras que el índice de masa corporal se asoció positivamente con los puntajes de memoria.
Resultados del cuestionario de memoria cotidiana en participantes con el SARS-Cov-2 activo y negativo.
En resumen, este estudio proporciona evidencia de que el Covid-19 puede tener efectos duraderos en la memoria de los pacientes, destacando la importancia de la investigación continua sobre las secuelas a largo plazo de la enfermedad.
Fuente: ’The New England journal of medicine’